La estadía en Jujuy toca a su fin. La hospitalidad que hemos recibido ha sido increíble, de parte de Ana y sus amigos. Pudimos resolver con el sobrino odontólogo una emergencia para los dos y repusimos las provisiones para internarnos en el Parque Natural Calilegua, localizado en la vertiente oriental de la cordillera, ecosistema montañoso conocido como La Yungas.
El carro lo hemos tenido parqueado todo el fin de semana frente a la casa sin ningún problema, lo que nos ha hecho bajar la guardia. Empaco la carpa y el equipo de camping que tenemos organizado en una tula de expedición del DAV que me acompaña desde 1978, regalo de un guía austricaco que acompañé a la Sierra Nevada de Santa Marta con un grupo de alemanes. Allí llevamos los sacos de dormir de plumas, las colchonetas térmicas, la chaqueta de plumas y otros implementos de expedición a regiones frías que queremos usar en la Patagonia.
Entramos a desayunar y nos retardamos un poco en una amena conversación sobre las culturas antiguas, los sitios arqueológicos que presentan extraños fenómenos físicos relacionados con la energía del sitio, etc. Al rato toca a la puerta nuestro odontólogo que trae a su niña de dos años, avisa que el carro tien la luz interior encendida. Cuando salgo a revisar, encuentro la puerta entreabierta, la cerradura forzada y han desaparecido los dos bultos claves de nuestra expedición patagónica. Scheisse! exclama Isolde, NO, NO, NO! responde Sergio, nos jodieron!
En ese momento pasan dos policías en cicla, los llamamos a gritos y cuando se acercan, dos jóvenes que estaban sentados en el andén de la casa vecina salen corriendo. A perseguir pues a los ladrones, en la esquina los alcanzamos y cuando los policías tratan de reducirlos, responden con violencia. Después de fuerte forcejeo y la huida de uno de los jóvenes, logran inmovilizar al par de energúmenos, con ayuda de la gente en la calle que colabora, pues, según nos dicen, están aburridos con la inseguridad que se está presentando en la ciudad, hasta hace poco era muy tranquila. Los jóvenes se declaran "inocentes", dicen que huyeron porque estaban fumando marihuana. Por la reacción agresiva y violenta, el par de angelitos son llevados detenidos.
Ya en ese momento la calle se ha inundado de policías y gendarmes, se arma un escándalo grande. Vamos a la estación para hacer las declaraciones. Toda la mañana la pasamos con la policía que se porta muy bien y promete ocuparse del caso, aunque a decir verdad, con el tema administrativo tan complicado se nota poca eficiencia. Criminalística nunca llega para tomar las huellas en el carro, así que nos retiramos sin muchas esperanzas. Los paquetes se han perdido, quien sabe si algún día aparecen. El cálculo de la pérdida es de $ 5.000.000. Ya no estamos dispuestos a reponer el equipo durante el viaje, el daño está hecho y debemos reorientar nuestro programa. La expedición patagónica sufre un golpe mortal.
La tarde la pasamos infructuosamente buscando un taller para arreglar la puerta del carro. Volvemos al atardecer a casa de Ana, todos los amigos al enterarse del suceso se han pronunciado. Unos ofrecen equipo de camping, otros se ocupan de averiguar donde reparar el carro, están preocupados por saber si nos dejaron sin plata. Mejor dicho, Jujuy se moviliza, llaman y vienen los amigos: Payo, Hugo, Ricardo, Marcela, Quelo, Morales, el sobrino, el hermano... Estas muestras de solidaridad nos dejan perplejos! En los talleres de carros todos lamentan que esto haya sucedido, los jujeños se sienten apenados que ocurran estas cosas en su querida ciudad.
Al día siguiente, la empacada del carro es más rápida, tenemos menos equipaje y estamos contentos que se ha salvado la caja de las provisiones, la cocina y la mesa plegable con sus sillas! También tenemos una pequeña carpa de asalto y las botas de montaña que se escaparon del robo. Todavía podemos defendernos.
Ana nos despide tejiendo con las manos una bufanda mientras desayunamos y le regala a Isolde de despedida. Recogemos la constancia de la denuncia en la Estación de policía, parece que a todo el mundo ya se le olvidó el caso.
Argentina, no eres lo que pareces, un colombiano que se deja esquilmar por unos aún más vivos! Gajes del oficio.
Fuerza Sergio e isolde, un exceso de confianza. Latinoamérica no es tan diferente en cuanto a sus problemas sociales. Mantengan la desconfianza. A todo viajero siempre le hacen el lance. Gajes...
ResponderEliminarPudo ser peor, afortunadamente aun cuentan con el Vitara, pero lo mas importante es que aun siguen en pié con muchas mas historias por descubrir. No se pierdan la Patagonia de por Dios, o trátenla de conocer de otra manera, alguna excursión organizada con un grupo... pero no se la pierdan...
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