El desierto de Atacama es considerado uno de los lugares del mundo donde el cielo es más claro durante la mayor parte del año, condición propicia para observar el firmamento y estudiar las estrellas. La posición latitudinal cerca al Trópico de Capricornio es favorable para las observaciones de la Vía Láctea, Por ello en toda la región se han instalado potentes telescopios en observatorios astronómicos de alta tecnología que cada día logran mayor alcance. Se ha llegado al punto de reconocer el poderoso agujero negro que se encuentra en el centro de nuestra galaxia y alrededor del cual todas las estrellas se mueven en enormes espirales. Este descubrimiento fue realizado en el observatorio Paranal, complejo de VLT (very large telescopy) del proyecto ESO (European Southern Observatory) localizado a 130 km al sur de Antofagasta en la Cordillera de la Costa.
Llegamos cumplidamente en nuestro carro al cerro Paranal donde se encuentra localizado el observatorio, después de un ascenso por una empinada carretera hasta 2300 de altura. Vehículos chilenos de algunos nacionales o alquilados por extranjeros estaban a la espera del inicio de la visita. Nos recibieron con una charla interesante sobre el proyecto VLT y aún más, sobre las nuevas proyecciones del vecino observatorio de Armazones que tendrá el telescopio más potente del mundo en un proyecto llamado ELT (Extremely Large Telescope).
A la altura en la que nos encontramos pueden presentarse vientos muy fuertes en algunas épocas del año. El observatorio cuenta con un sistema de túneles que comunican los diferentes telescopios y el centro de información, de manera que la gente pueda circular sin problema en las condiciones climáticas adversas.
Actualmente el tiempo es muy húmedo en la cordillera andina debido al "invierno" boliviano de comienzos del año que es lluvioso. Esto afecta las observaciones en los meses de enero y febrero, no obstante parece que el Fenómeno del Niño ha incrementado este efecto, por lo que se esperan condiciones menos propicias de lo normal en las siguiente semanas,
La visita fue muy instructiva, la información en vivo sobre los adelantos científicos en el conocimiento astrronómico nos dejan boquiabiertos, y las proyecciones que se tienen para un futuro próximo harán que el conocimiento sobre el Universo se extienda de manera nunca vista antes, en el espacio y en el tiempo.
En Antofagasta encontramos un hotel que utilizan las empresas mineras para alojar a sus operarios cuando están en la ciudad. Hace días que no probamos comida casera, aquí tienen un delicioso restaurante que nos deja muy contentos por su rica comida del día. La mesera viene de Buenaventura, lleva siete años en Chile y ya trajo a la hermana con el sobrino. Nos cuenta que las condiciones de trabajo son muy buenas, pero el ambiente en la ciudad es pesado.
En la vecindad del hotel, algunas "chiquillas" colombianas que ejercen la prostitución salen en la noche para buscar clientes y unas cuadras más adelante está la zona roja de Antofagasta que es muy peligrosa. La gente de esta ciudad está desesperada con el derterioro en la seguridad y la tranquilidad de sus ciudad con los inmigrantes colombianos, comentario general que nos da mucha tristeza. Claro que aclaran que muchos vienen a trabajar y con ellos no hay ningún problema.
La industria pesada de metales cerca a la ciudad es impresionante por el aspecto dantesco de sus chimeneas y de los humos que expelen. Revive una de esas zonas industriales de alto impacto por contaminación del aire que ya no existen en los países más desarrollados.
En contraste con las bellezas del universo y la modernidad de la actividad astronómica, la ciudad de Antofagasta muestra aspectos más lúgubres que opacan la claridad de los cielos del desierto de Atacama.
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