jueves, 31 de diciembre de 2015

LOS PARQUES HUERQUEHUE Y VILLARRICA EN LA REGIÓN DE PUCÓN

LOS PARQUES HUERQUEHUE Y VILLARRICA EN LA REGIÓN DE PUCÓN. 27 de diciembre de 2015

Pucón sobre el lago Villarica y al pie del volcán del mismo nombre es una ciudad turística que atrae a chilenos y extranjeros por su extraordinario entorno. Las actividades que se pueden realizar en la región pasan por las playas y los recorridos por los lagos, recorridos por el río Trancura en kayak o en bote de rafting, excursiones a los parques nacionales de Huerquehue y Villarrica, ascenso al volcán activo de 2800 m.s.n.m. con su cráter de lava, baños termales, excursiones en bicicleta o a caballo, y por supuesto, todas las actividades de rumba, compra y diversión en la ciudad.



Por todo lo anterior, decidimos buscar un lugar para alojarnos en algún lugar intermedio entre los Parques y la ciudad. La buena fortuna nos llevó a Caburgua, pequeño pueblecito sobre el lago del mismo nombre, a 20 km de Pucón y las termas del río Liucurna y muy cerca del Parque Huerquehue. Por el camino se ofrecen cabañas por todas partes, sin embargo todavía no es época de temporada y todo está cerrado. Después de algunos ensayos y error, encontramos un lugar muy lindo con unas cabañas nuevas, por la apariencia algo que parecía estar muy por encima de nuestro presupuesto. Con las personas encargadas del sitio, pudimos llegar a un buen acuerdo de precio ya que no había nadie y no esperaban visitantes hasta después del Año Nuevo. Decidimos quedarnos en este lugar tranquilo por cinco días fuera del mundanal ruído de la época de Navidad.




Desde Caburgua se accede al Parque Nacional Huerquehue, otra región montañosa de los pre-Andes fuera de la zona volcánica. Los principales procesos están ligados a las glaciaciones y existen varias lagunas en la parte alta de los cerros, entre 1200 y 1400 m.s.n.m. que fueron formadas por diques naturales en el cauce de quebradas. Un camino que asciende desde los 800 m.s.n.m. en un recorrido de unos 10 km nos llevó por el bosque mixto de coigues y araucarias también gigantes hasta esta zona. La subida es muy pendiente y vamos dejando por el camino algunas familias de visita en Pucón que no están preparadas para este ejercicio.




Nuestra excursión resultó más largo de lo esperado pues además de Lago Chico el Toro y Verde subimos otro escalón hasta las lagunas de Los Patos y Huequerhue a un ritmo algo acelerado. Estos cuerpos de agua de diferentes colores son una sorpresa en medio del bosque de lengas y araucarias, en algunos encontramos canquenes, especies de gansos de montaña de cuerpo jaspeado y cabeza verde oliva que levantan el vuelo cuando nos acercamos porque son muy ariscos. También tuvimos la suerte de ver una familia de estas aves, la pareja con cinco chiquitos que se alejaron lentamente.




En uno de esos lugares remotos nos encontramos con una pareja de franceses que subían con sus morrales pesados para hacer una travesía de dos días. El marido de 65 años se veía bastante cansado, la mujer más joven era muy fuerte. Charlamos un rato y compartimos experiencias de montaña. Isolde explicó que estábamos en el plan de hacer excursiones largas de un día sin cargar morrales pesados y bajar a dormir en nuestro cómodo refugio. La mujer nos miraba con cara de pocos amigos mientras el marido trataba de explicar que su placer era dormir en plena naturaleza.

Esta charla nos trajo a la memoria la advrtencia del peligro de una enfermedad grave que se puede transmitir por las heces de ratones silvestres en las montañas chilenas: el Hanta virus. En esta época inusualmente seca por el Niño, la quila, especie de chusque florece, fenómeno que ocurre solo cada 10 a 15 años. Estas flores son alimento de los ratones silvestres, por lo que en sitios de camping donde hay comida pueden proliferar. De acuerdo con los investigadores de CONAF, la vitamina E de las gramíneas es clave en este proceso. La enfermedad existe también en Europa donde no es muy grave. La variedad chilena es mortal en el 80% de los casos pues ataca los pulmones. Por ahora no vamos a acampar, seguiremos gozando de nuestra cabaña sin cargos de conciencia!




Nos despedimos con la sensación que esa noche la pareja tendría una discusión sobre los placeres de la cargada del equipo, viendo la mala gana con que Jean Pierre se hechó encima el morral para continuar el ascenso. Nosotros bajamos en un extenuante descenso de dos horas para llegar a pasar una agradable velada de Navidad en nuestra cómoda cabaña.

En otra excursión de un día al cerro San Sebastián de 1900 metros, subimos 1100 metros de desnivel el 25 de diciembre. Nos sentimos cada vez más entrenados, el ascenso lo hacemos en tres horas y media. Este día solamente encontramos extranjeros en el camino, los chilenos no caminan tanto y menos el día después de Navidad al cual han llegado después de locas carreras por comprar los regalos y preparar la fiesta. Estamos felices de liberarnos de estas obligaciones que se han vuelto locas, la gente se mata para cumplir con las reglas del comercio.

El camino llega a uno de los lugares más espectaculares para la vista de los volcanes de la Araucanía. Desde el pico tenemos a nuestro alrededor unos once volcanes, entre los que destacan con sus conos nevados el Llaima, el Villarrica y el Lanín (3700 m.s.n.m.). Las lagunas glaciares a nuestros pies son una belleza y el día está totalmente despejado.



Los encuentros con los pocos excursionistas son siempre muy simpáticos. Con dos francesas charlamos en la parte alta del bosque antes del último espolón para llegar al pico. Están un poco nerviosas con la multitud de arañas pollas que aparecen por el camino, realmente en este sector son muy abundantes y con sus cuerpos peludos causan impresión a quienes no han visto antes este tipo de animales. Sin embargo son más pequeñas que las nuestras de Colombia y no hacen nada. Con un joven chileno charlamos un rato, el muchacho sube al pico con su equipo de fotografía profesional. Quiere quedarse a dormir arriba (fuera de la norma) para tomar fotos nocturnas en luna llena. Nos da su tarjeta para que busquemos en su página los resultados de esta experiencia.

Finalmente, en una excursión más corta hacemos un circuito en la base del volcán Villarrica para reconocer unos cráteres laterales por donde salió un flujo de lava reciente a través de conductos verticales que respiraban gases. La lava se solidificó en el camino dejando enormes burbujas y formas almohadilladas de las coladas al enfriarse. En un lugar vimos las escorias que recubrieron los suelos, en el contacto estos adquirieron colores rojizos por el calor. El cono nevado que tenemos encima parece irreal, dan ganas de subir al cráter. Sin embargo no trajimos el equipo de alta montaña y el arriendo aquí implica contratar un guía y pagar una fortuna. Isolde opina que subir con otro pendejo no tiene ninguna gracia, con uno basta!




En Pucón la influencia alemana se siente por todas partes. La cafetería Kuchenladen atendida por la última de cinco generaciones de la familia Winkler, un joven con quien conversamos un rato largo sobre las migraciones europeas a Chile en el siglo XIX, también nos llevan a contar nuestra historia. En una mesa vecina donde se toma Kaffee und Kuchen, una pareja de pensionados chilenos se interesa por los cuentos. El señor trabajó en una empresa papelera estuvo en Colombia hace 40 años y recuerda con mucho agrado su estadía y las amistades que dejó allá. Nos ofrece que salgamos con ellos a su casa para charlar un rato, invitación que aceptamos con gusto. Viven en una parcelación, un poco al estilo de lo nuestro, en una casa que fue su Quinta en Pucón desde hace muchos años. Hoy en día viven allí, al pie del volcán Villarrica cuyo cráter a 2800 m.s.n.m. se encuentra a solo 15 km de la ciudad.


Miramos en internet un video de la última erupción del volcán este año 2015. Es impresionante la columna de material incandescente que alcanzó 3000 metros de altura y duró unos 15 minutos. Este volcán está vivo, tiene un lago de lava en el cráter y de vez en cuando emite material. Siempre tiene fumarolas que se ven desde la distancia, esta noche salieron algunas cenizas que tiñen la nieve de negro en los alrededores de la cumbre. El ascenso es fácil pero no deja de ser peligroso, a pesar de la constante vigilancia que ejercen los organismos de prevención.

Nos despedimos de los nuevos amigos con mucho afecto, nos ofrecen que cuando pasemos por Pucón los llamemos y nos invitan a alojarnos en su casa. La hospitalidad de la gente en esta región de Chile es impactante.

Por último, en un día de lluvia aprovechamos para ir a los baños termales de los Pozones, a 20 km de Caburgua. Los Pozuelos tiene varios pozos don diferentes temperaturas, la mayor es de 42oC, un pozo de 19oC y la temperatura del río es de 9oC. Las aguas termales tienen baja salinidad (380 ppm) y son cloruradas.



Hay piscinas de lujo y hoteles spa a todo lo largo del río Liucura. Nuestro agradable baño duró tres horas y salimos relajados y contentos. Ahora nos dirigimos más al sur y pensamos buscar otro lugar tranquilo para pasar el 31 de diciembre.






lunes, 28 de diciembre de 2015

PARQUE NACIONAL CONGUILLIO, MARAVILLOSO GEOPARQUE VOLCÁNICO

PARQUE NACIONAL CONGUILLIO, MARAVILLOSO GEOPARQUE VOLCÁNICO. 23 de diciembre de 2015

El PN Conguillio se sitúa a 65 km al este de Temuco, alrededor del Llaima (3125 m.s.n.m.), el segundo volcán más activo del mundo del cual se conocen 49 erupciones históricas. Las de 1927 y 1957 se recuerdan por ser las de mayor intensidad, las últimas ocurrieron en 1994 y 2008.


El camino desde Temuco pasa por Fundos de alta productividad agrícola y ganadera, con cultivos y pastos exuberantes debido a la cantidad de agua lluvia y a los excelentes suelos volcánicos que se reconocen aquí por su textura fina y el color pardo amarillento. Las extensiones de cereales en medio de retazos de bosque son hermosas, y el ganado fino se ve sano y gordo.


Pasamos por los pueblos de Cunco y Melipeuco, para tomar luego el valle del río Truful Truful. En el camino encontramos una cabaña con un dueño muy simpático que nos animó a quedarnos, pocos kilómetros antes de la entrada al Parque a 650 m.s.n.m. El sitio está al final de un enorme depósito de lavas del volcán Llaima que llegaron en las diferentes erupciones, el nombre Escorial que nos recuerda el castillo real español, proviene de la acumulación de escorias. Estamos en una zona de riesgo volcánico que se anuncia desde los pueblos vecinos donde están listas las alarmas para prevenir cualquier incremento en la actividad.





La construcción es típica de las casas campesinas rústicas de la región. Está construida totalmente en madera, materia prima que abunda en estas latitudes y cuenta con una estufa de leña, indispensable para calentar el ambiente en la noche. Esta casa era la vivienda sencilla de la familia y la están adaptando para arrendar en la temporada de verano de enero y febrero. Los dueños son una pareja mayor, él nos recordó al querido onkle Walter de Alemania, quien está dedicado a organizar el alojamiento. Nos contaron su historia como comerciantes en Temuco que se retiraron a la finca de la señora, campesina vecina al parque. Actualmente están construyendo varias cabañas y han despejado un sector del "escorial" donde han organizado una zona de camping. Preferimos quedarnos en la cabaña, las noches en estas latitudes están bastante frías.


Al revisar los diferentes servicios como estufa, nevera, ducha, etc., encontró que varios de ellos no funcionaban. Con las pilas puestas fue resolviendo uno a uno los diferentes inconvenientes. Al regreso de una de nuestras excursiones, por ejemplo, el agua caliente de la ducha funcionaba. Nos enteramos que la señora tuvo que ir al pueblo que queda a 9 km a pie para buscar un plomero pues el marido se había ido a Temuco ese día. Ella es una mujer de armas tomar, ara la tierra con bueyes, siembra, tiene vacas y ovejas, y se ocupa de las labores de la casa.


Tenemos dos perritos que cuidan la casa y ya no se separan de nosotros desde que compartimos con ellos algo de comida. El grande se parece mucho a nuestro Skubi que está pacientemente en Chía esperando nuestro retorno.


El camino dentro del parque pasa en un recorrido de 11 km por un extenso campo de escorias negras que dejaron diferentes coladas de lava que descendieron por las laderas del volcán siguiendo los valles de los ríos. En este caso, grandes áreas fueron cubiertas por estos materiales en depósitos de varios metros de espesor que se fueron enfriando durante el recorrido hacia abajo para dejar un caos congelado de rocas sobre las cuales no crece nada. El espectáculo es sobrecogedor, nos imaginamos las violentas erupciones del Llaima por la cantidad de material acumulado en varias decenas de metros de espesor


El río Truful Truful corre debajo de estos extensos campos de escoria en forma subterránea. Sale a la superficie en la parte baja del parque donde se precipita en forma de una gran cascada en un cañón que deja ver los diferentes depósitos que han rellenado el valle en el transcurso de la historia. Se superponen flujos volcánicos a depósitos fluvioglaciares y capas de cenizas que recuentan los cambios que han ocurrido en la zona en los últimos 12000 años.



Más cerca al volcán, varios afluentes del río fueron interrumpidos en su curso por las escorias y formaron el lago Conguillio y varias lagunas como la Verde o Arcos Iris. Esta última conserva sumergidos los troncos de los árboles que murieron en el evento. Las imágenes espectaculares de este último sirvieron de escenario para algunas escenas de una famosa serie sobre dinosaurios.


Una parte del parque conserva un bosque primario de coigues y araucarias que fue preservado de las diferentes erupciones. El árbol emblemático del parque es la llamada Araucaria Madre que tiene más de 2 metros de diámetro, 50 metros de altura y su edad ha sido calculada en 1800 años. Se necesitan cinco personas para abrazar su enorme tronco. Los otros árboles de este bosque también son gigantescos, lo que da un ambiente fascinante. En nuestro recorrido tuvimos una buena lluvia que nos dejó empapados pero encantados de recorrer uno de los últimos bosque milenarios que existen.



Para tener una vista de la región, hicimos un ascenso largo por los bosques que cubren las laderas de la Sierra Nevada, una serie de picos de más de 2000 metros frente al Llaima. El espectáculo del bosque de araucarias en la parte alta es imponente, en algunos sectores se ven a la distancia contra los campos de nieve en forma de paraguas.



Como estamos ya bien entrenados, subimos los 800 metros desde el Lago Conguillio hasta el punto de observación en la zona de nieves en menos de dos horas, paseo que arrancamos algo tarde hacia las 4 p.m. El día largo en esta época de verano nos ayudó, pudimos regresar de la excursión todavía con luz del día, afortunadamente pues en esta precisa ocasión las linternas se habían quedado en la casa.

Nuestra visita a este interesante Geoparque nos dejó muy impresionados. Las evidencias de la actividad reciente del volcán Llaima nos recordaron que en esta bella región de Chile hay varios volcanes de gran capacidad destructiva. Este es considerado uno de los más activos del mundo.

La despedida de nuestros anfitriones fue muy calurosa. Nos despidieron con una gran bolsa de cerezas que el dueño en persona nos bajó del árbol. Hemos estado dos noches y el sitio ha sido para nosotros uno de los más acogedores del nuestro viaje.

Ahora nos dirigimos más hacia el sur para visitar los Parque nacionales de Huerquehue y Villarrica cerca del pueblo de Pucón, uno de los centros turísticos más famosos de Chile.






miércoles, 23 de diciembre de 2015

TEMUCO, CENTRO DE LA ARAUCANÍA

TEMUCO, CENTRO DE LA ARAUCANÍA.19 de noviembre de 2015

Seguimos nuestro viaje al sur por la Ruta 5, vía arteria que comunica el centro con el sur del país. En las carreteras rurales se ofrecen cerezas, arándanos y fresas, conocidas aquí como frutillas, deliciosas frutas de estación. En el camino paramos en una hostería, restaurante rural que utilizan los camioneros en sus viajes. Don René nos atendió con una deliciosa cazuela de vacuno. En una esquina del local Isolde descubrió una estufa de carbón que le recordó la que utilizaban sus papás en Alemania hacía cincuenta años. Empezamos a notar la influencia alemana en la región.



La autopista es espectacular, aunque no debemos olvidar que en la berma hay paraderos de buses, entrada a los restaurantes y chuzos que venden alimentos o frutas. En algunos lugares la gente cruza la vía, por lo que se debe conducir con mucho cuidado a pesar que el límite de velocidad es en algunos tramos de 120 km/hora.



La autopista pasa por valles cultivados, primero uvas, luego se ve maíz y cereales, más adelante comienzan a aparecer bosques sembrados de pino, eucaliptus y otras especies forestales. En un recorrido de 500 km el clima va cambiando, el paisaje se vuelve más verde y los ríos cada vez más caudalosos y claros. Pasamos el río Bio Bio que desemboca en el Pacífico en la ciudad de Concepción. Este es el límite más septentrional al cual llegaron los conquistadores de Pedro de Valdivia.




En el viaje vemos a la distancia en la cordillera varios volcanes nevados que sobresalen en el paisaje verde de los bosques de Nothofagus. La línea férrea nos acompaña en el viaje, hay viaductos y puentes sobre los ríos que datan de finales del siglo y que están declarados Monumento Nacional. Los camiones pasan llevando troncos o madera cortada, alguna en paquetes industriales listos para la exportación. El tráfico por esta autopista en el valle que recorre el territorio por tierras bajas, pasa entre la cordillera de los Andes y la de la Costa, desde Santiago hasta Puerto Montt, es muy activo en ambas direcciones.

Llegamos por la tarde a la ciudad de Temuco, capital de la Araucanía, región donde existe una de las reservas de la Biosfera que reúne numerosos Parques y reservas naturales de la cordillera y de la costa. Entramos a la ciudad para buscar un lugar donde dormir y continuar al Parque Nacional Conguillío. El tráfico estaba bastante denso a la hora pico de las seis de la tarde, por lo que decidimos desviarnos hacia la avenida Alemania (no sabemos porqué!), donde casualmente encontramos el Hostal Thiers, una vieja casa de madera donde la escalera y las alfombras hicieron sentir a Isolde en la casa de sus papás. Aquí nos quedamos!




Nos instalamos y salimos a la calle para buscar algo de comer. En  la esquina nos abordó una linda estudiante que nos ofreció una tabla de carnes con papitas en la hora "Happy Hour" a un precio bien atractivo. Acompañamos el plato con una deliciosa cerveza local de marca Kunstmann, bebida de tradición alemana del siglo XIX fabricada en Valdivia, época en la cual vino a Chile una importante colonización.




Muchos nombres de calles y plazas son alemanes como por ejemplo la de Teodoro Schmidt, mezclado con nombres mapuches como Caupolican o nombres chilenos como Pablo Neruda. Caminamos Temuco en todas direcciones para descubrir los lugares de mayor interés, incluido el ascenso al cerro Ñielol donde se pactó la paz entre mapuches y colonos. Hoy en día es un parque natural que domina la ciudad con un hermoso bosque nativo que se ha conservado y que en esta época de primavera está en su más verde esplendor.


Pablo Neruda, hijo de un empleado ferroviario nació en Temuco. En su obra literaria escribió varios poemas que describen la región húmeda del sur y la actividad del transporte en tren, todo con un lente nostálgico. Esta ciudad fue punto importante en el desarrollo de los ferrocarriles en Chile desde finales del siglo XIX. La historia está resumida en un extraordinario Museo del Tren que reúne varias locomotoras a vapor, vagones especiales como el presidencial y la maestranza o taller ferroviario de forma circular el cual podía recibir más de treinta máquinas al mismo tiempo con un sistema de distribución central que movían a mano 4 hombres.




Los chilenos tuvieron una línea férrea que en algún momento unió el norte con el sur del país, y Temuco fue uno de los tres sitios importantes de la red. Desafortunadamente hoy en día el tren es apenas un recuerdo, en la región solo circula una línea hasta Victoria, un pueblo cercano, y una vez al mes circula un tren de pasajeros que va a Santiago. Cerca a la estación se conserva una placa en memoria a Neruda, frente a la casa obrera donde nació.


Asistimos a una velada musical en la Plaza de Armas con la presentación de un grupo familiar que cantó lindas tonadas de Navidad en una fría tarde con cielo despejado. A pesar de la estación de verano, nos acercó un poco al ambiente de la época en el hemisferio norte.



A 80 kilómetros de la ciudad se encuentra Puerto Saavedra, pequeño pueblo a la orilla del mar. En la región los nombres de los pueblos y la fisonomía de la gente da cuenta de la presencia del pueblo mapuche. Tratan por muchos medios de conservar las raíces, principalmente el idioma y las distintas tradiciones, aunque se ve que la misión es muy difícil pues la modernidad ya llegó con todos sus encantos. La lengua es muy extraña para nosotros, en las vías y en los negocios hay letreros en ambos idiomas.También se nota en la región la existencia de grandes fundos muy productivos, en contraste con las pequeñas parcelas y los enclaves pobres de los mapuches. Existe fuerte rivalidad y descontento por esta situación, la pelea en el fondo es por las tierras.



En un recorrido por la costa encontramos varios sectores donde estaban anunciadas zonas de riesgo por tsunami y la dirección de las vías de evacuación, por si ocurre un evento de este tipo. Recordemos que en 2010 la costa chilena en un amplio sector sufrió los efectos de uno de los terremotos más fuertes registrados y hubo muchas víctimas por los tsunamis que se sucedieron. El último terremoto de septiembre de este año 2015 produjo muy pocas víctimas. El sistema de prevención de riesgos por este fenómeno recurrente es muy avanzado y la gente está preparada para actuar en el momento en que se presente y sabe cuales son los lugares a donde dirigirse.



La actividad sísmica de Chile obliga a mantener los sistemas de alarma activos y a la población informada. Existen las alarmas que suenan en todas las regiones del país y en los teléfonos celulares para iniciar las respectivas evacuaciones. Las alarmas se encienden también en el caso de erupciones volcánicas. Chile tiene centenares de volcanes, algunas decenas de los cuales están actualmente activos. Ahora que nos dirigimos hacia la cordillera volcánica debemos estar atentos a estos eventos, como en el caso del volcán Llaima del Parque Conlliguio, uno de los más activos del mundo.









viernes, 18 de diciembre de 2015

LOS PARQUES NATURALES RADAL SIETE TAZAS Y ALTOS DE LIRCAY

LOS PARQUES NATURALES RADAL SIETE TAZAS Y ALTOS DE LIRCAY. 17 de diciembre de 2015

Con nuestra caja de provisiones llena con lo necesario para unos días de camping, viajamos por la excelente Ruta 5 que sale hacia el sur desde el punto cero cerca al centro de Santiago. En unas horas llegamos al Parque Nacional Radal Siete Tazas, una hermosa reserva natural que protege la cuenca del río Claro a unos 70 kilómetros de la ciudad de Curicó.

En Santiago adquirimos una tarjeta anual para visitar los Parques que administra CONAF, lo que nos permite entrar libremente a cualquiera de las 100 áreas protegidas sin pagar la tarifa individual de cada visita. Esto nos da la libertad de escoger sin restricción los lugares que queramos visitar, excepto tres Parques concesionados a empresas privadas, que casualmente son los más cotizados del país: Torres del Paine, Rapa Nui en la isla de Isla de Pascua y uno al norte en Atacama.

Recorrimos la ruta de acceso observando algunas bellezas naturales como la hermosa cascada conocida como Velo de la Novia y en una caminata corta bajamos al sector de Siete Tazas donde el río Claro forma una sucesión de cascadas y pozos de color turquesa que se forman al erosionar rocas volcánicas. Bajamos por un empinado camino para acceder al río y nos refrescamos en las gélidas aguas.





Un arboretum a la entrada del Parque nos ayudó a identificar varias de las especies arbóreas que encontraremos en estos bosques, todas desconocidas para nosotros. Destacan los Nothofagus, es decir los "falsos Fagus" que en el hemisferio norte corresponde a especies como las hayas que se les parecen.


Por la tarde llegamos al Parque Inglés, lugar donde CONAF tiene un sitio de camping bien organizado aunque bastante agreste debajo de un sombreado bosque de Nothofagus conocidos como "robles". Armamos nuestra carpita y dispusimos los implementos para dormir, sacamos la cocina y las provisiones y preparamos una rápida comida a base de pastas, acompañadas con otro de los deliciosos vinos de la región.




El equipo resultó excelente, lo que nos permitió dormir bien a los 1100 m.s.n.m. de este lugar que en la noche alcanzó a enfriar bastante, probablemente con temperaturas cercanas a 0oC. El cielo se vió muy iluminado por las estrellas que brillaban intensamente en los lugares despejados fuera del bosque. Pudimos reconocer la constelación de Orión, aunque nos pareció que respecto a lo que vemos en Colombia, estaba patas arriba.

El día siguiente lo empleamos en recorrer un sector del parque que asciende por una de las vertientes unos 700 metros más arriba. Los árboles son inmensos y están en esta época primaveral de un color verde brillante que corresponde al Nothofagus conocido como roble. Desde la altura se domina el valle inferior y se aprecian franjas de vegetación más oscura que parecen seguir el sistema hídrico. Efectivamente en estos valles internos la vegetación cambia y estos sectores domina el Coigüe, un Nothofagus de hoja muy pequeña que crece hasta 50 metros de altura.




En los claros del bosque y sobre rocas volcánicas que afloran en las pendientes se ven muchas flores y en los sectores secos aparecen especies de puyas.




El sector ha sido recuperado por las entidades ambientales de antiguos bosques que fueron en parte utilizados para la producción de carbón de palo y la extracción de madera, sin embargo en algunos sectores se nota todavía la acción destructiva sobre los ecosistemas.

En otra jornada de viaje nos desplazamos más al sur para entrar a la reserva de Altos de Lircay, región que protege unas 12000 hectáreas. En este sector las condiciones de clima son más drásticas y es el lugar más septentrional donde se encuentra el bosque de Lenga, otro Nothofagus que es común en la Patagonia. El campamento se encuentra a 1400 m.s.n.m., también bajo bosque, pero las temperaturas que encontramos el día de llegada eran bastante heladas. Los sitios tienen comodidades como luz eléctrica, baños con sanitarios, ducha y lavaplatos, pero en nuestra estadía no funcionaron los calentadores de paso a gas. El baño se hizo a las gélidas temperaturas de 5 a 10oC.


Los puestos cuentan con un asador, sin embargo prender fuego está prohibido hoy en día. En los últimos años se han presentado en algunos parques incendios forestales muy graves que han destruido miles de hectáreas de bosques nativos. Estas zonas húmedas han sufrido inusitados períodos de sequía que los hace muy vulnerables.

Hicimos contacto con Fernando Porras, el jefe Guardaparque del parque que es un biólogo apasionado por el tema ambiental, con quien entablamos de inmediato una conversación amena y cordial que nos llevó rápidamente al terreno personal. Le contamos la historia de nuestro encuentro en los Alpes franceses hace 32 años y nuestra decisión inmediata de casarnos y de ir a vivir en Colombia. En los últimos días habíamos tenido algunos roces, por lo que no estábamos en una pequeña crisis de pareja. Sin conocer esta situación pero con mucha delicadeza Fernando nos quizo hacer una pregunta personal : ustedes son felices? La pregunta resultó sorpresiva y apropiada, nos ayudó a reflexionar y a volver rápidamente al buen rumbo. Más adelante nos contó sus experiencias en el montaje y declaración de estos parques que él sacó adelante con mucho tezón. La historia incluye la vida en el parque Siete Tazas con su familia durante varios años, pasando épocas duras de invierno. Nos encantó el trabajo y el espíritu de este hombre que actualmente tiene nuestra edad y todavía siguie activo en este duro tema ambiental. Tiene un lindo video de la reserva y está escribiendo un libro sobre el tema.

En una extenuante jornada subimos el camino de El Enladrillado, una meseta basáltica a 2200 m.s.n.m. Se asciende por un bosque de grandes robles y lengas hasta el límite de la vegetación. Pudimos ver varios pájaros carpinteros, el macho tiene la cabeza roja y las hembras son todas negras. Martillan la corteza de árboles viejos y secos para sacar larvas de insectos en un movimiento curioso de "pájaro loco" que produce el tac-tac típico. Cuando vuelan se ven las alas blancas por debajo y antes de emprender la huida cuando se acerca la gente, emiten sonidos de alerta que parecen carcajadas.




A partir de 1900 m.s.n.m. los árboles de lenga son rastreros y por encima desaparece el bosque para dar paso a una zona de hierbas. Se llega a la meseta final después de un ascenso total 800 metros en tres horas y media a buen paso donde fuimos recibidos por un cóndor que sobrevoló encima de nuestras cabezas.




Desde allí el paisaje es imponente, se observa al fondo el volcán Descabezado, nombre que se debe a la pérdida de parte del cono en alguna antigua erupción. Del pico de más de 3800 metros baja un inmenso valle que está cubierto por una colada de lava negra donde el río ha abierto su cauce. Se une en la parte baja con otros afluentes que forman el Valle de los Venados, sector de la reserva al que se llega en una caminata de un día y medio. El paisaje que vemos desde allí nos deja una gran impresión, nunca habíamos visto algo similar en nuestros diferentes viajes anteriores.


Desde este sitio hicimos un circuito por la parte alta de la montaña para llegar a las Lagunas del Alto al pie del Cerro El Peine, en un paisaje desértico de altura con algunos bofedales (humedales) que se forman en las depresiones con el agua de deshielo. El paisaje es maravilloso con las manchas de nieve y las lagunas al fondo.






Bajamos por un camino muy empinado de nuevo al campamento y llegamos algo maltrechos después de 9 horas de caminata. Al día siguiente empacamos todos nuestros chécheres y nos despedimos de nuestro anfitrión quien había tenido la desagradable tarea de expulsar a unos jóvenes que entraron al parque sin pago, prendieron fuego y armaron escándalo. Nosotros fuimos los "sapos" pues no dejaron dormir y nos tocó trastear la carpa a otro lugar antes de acostarnos. La acción terminó con una lección de comportamiento sano en la naturaleza que nosotros apoyamos con algunos consejos a los jóvenes.

Nos fuimos encantados con la experiencia de vida en la reserva, los hermosos paisajes y la excelente relación con las personas como Fernando con quien compartimos algunas horas d charlas y buenas discusiones.