lunes, 28 de diciembre de 2015

PARQUE NACIONAL CONGUILLIO, MARAVILLOSO GEOPARQUE VOLCÁNICO

PARQUE NACIONAL CONGUILLIO, MARAVILLOSO GEOPARQUE VOLCÁNICO. 23 de diciembre de 2015

El PN Conguillio se sitúa a 65 km al este de Temuco, alrededor del Llaima (3125 m.s.n.m.), el segundo volcán más activo del mundo del cual se conocen 49 erupciones históricas. Las de 1927 y 1957 se recuerdan por ser las de mayor intensidad, las últimas ocurrieron en 1994 y 2008.


El camino desde Temuco pasa por Fundos de alta productividad agrícola y ganadera, con cultivos y pastos exuberantes debido a la cantidad de agua lluvia y a los excelentes suelos volcánicos que se reconocen aquí por su textura fina y el color pardo amarillento. Las extensiones de cereales en medio de retazos de bosque son hermosas, y el ganado fino se ve sano y gordo.


Pasamos por los pueblos de Cunco y Melipeuco, para tomar luego el valle del río Truful Truful. En el camino encontramos una cabaña con un dueño muy simpático que nos animó a quedarnos, pocos kilómetros antes de la entrada al Parque a 650 m.s.n.m. El sitio está al final de un enorme depósito de lavas del volcán Llaima que llegaron en las diferentes erupciones, el nombre Escorial que nos recuerda el castillo real español, proviene de la acumulación de escorias. Estamos en una zona de riesgo volcánico que se anuncia desde los pueblos vecinos donde están listas las alarmas para prevenir cualquier incremento en la actividad.





La construcción es típica de las casas campesinas rústicas de la región. Está construida totalmente en madera, materia prima que abunda en estas latitudes y cuenta con una estufa de leña, indispensable para calentar el ambiente en la noche. Esta casa era la vivienda sencilla de la familia y la están adaptando para arrendar en la temporada de verano de enero y febrero. Los dueños son una pareja mayor, él nos recordó al querido onkle Walter de Alemania, quien está dedicado a organizar el alojamiento. Nos contaron su historia como comerciantes en Temuco que se retiraron a la finca de la señora, campesina vecina al parque. Actualmente están construyendo varias cabañas y han despejado un sector del "escorial" donde han organizado una zona de camping. Preferimos quedarnos en la cabaña, las noches en estas latitudes están bastante frías.


Al revisar los diferentes servicios como estufa, nevera, ducha, etc., encontró que varios de ellos no funcionaban. Con las pilas puestas fue resolviendo uno a uno los diferentes inconvenientes. Al regreso de una de nuestras excursiones, por ejemplo, el agua caliente de la ducha funcionaba. Nos enteramos que la señora tuvo que ir al pueblo que queda a 9 km a pie para buscar un plomero pues el marido se había ido a Temuco ese día. Ella es una mujer de armas tomar, ara la tierra con bueyes, siembra, tiene vacas y ovejas, y se ocupa de las labores de la casa.


Tenemos dos perritos que cuidan la casa y ya no se separan de nosotros desde que compartimos con ellos algo de comida. El grande se parece mucho a nuestro Skubi que está pacientemente en Chía esperando nuestro retorno.


El camino dentro del parque pasa en un recorrido de 11 km por un extenso campo de escorias negras que dejaron diferentes coladas de lava que descendieron por las laderas del volcán siguiendo los valles de los ríos. En este caso, grandes áreas fueron cubiertas por estos materiales en depósitos de varios metros de espesor que se fueron enfriando durante el recorrido hacia abajo para dejar un caos congelado de rocas sobre las cuales no crece nada. El espectáculo es sobrecogedor, nos imaginamos las violentas erupciones del Llaima por la cantidad de material acumulado en varias decenas de metros de espesor


El río Truful Truful corre debajo de estos extensos campos de escoria en forma subterránea. Sale a la superficie en la parte baja del parque donde se precipita en forma de una gran cascada en un cañón que deja ver los diferentes depósitos que han rellenado el valle en el transcurso de la historia. Se superponen flujos volcánicos a depósitos fluvioglaciares y capas de cenizas que recuentan los cambios que han ocurrido en la zona en los últimos 12000 años.



Más cerca al volcán, varios afluentes del río fueron interrumpidos en su curso por las escorias y formaron el lago Conguillio y varias lagunas como la Verde o Arcos Iris. Esta última conserva sumergidos los troncos de los árboles que murieron en el evento. Las imágenes espectaculares de este último sirvieron de escenario para algunas escenas de una famosa serie sobre dinosaurios.


Una parte del parque conserva un bosque primario de coigues y araucarias que fue preservado de las diferentes erupciones. El árbol emblemático del parque es la llamada Araucaria Madre que tiene más de 2 metros de diámetro, 50 metros de altura y su edad ha sido calculada en 1800 años. Se necesitan cinco personas para abrazar su enorme tronco. Los otros árboles de este bosque también son gigantescos, lo que da un ambiente fascinante. En nuestro recorrido tuvimos una buena lluvia que nos dejó empapados pero encantados de recorrer uno de los últimos bosque milenarios que existen.



Para tener una vista de la región, hicimos un ascenso largo por los bosques que cubren las laderas de la Sierra Nevada, una serie de picos de más de 2000 metros frente al Llaima. El espectáculo del bosque de araucarias en la parte alta es imponente, en algunos sectores se ven a la distancia contra los campos de nieve en forma de paraguas.



Como estamos ya bien entrenados, subimos los 800 metros desde el Lago Conguillio hasta el punto de observación en la zona de nieves en menos de dos horas, paseo que arrancamos algo tarde hacia las 4 p.m. El día largo en esta época de verano nos ayudó, pudimos regresar de la excursión todavía con luz del día, afortunadamente pues en esta precisa ocasión las linternas se habían quedado en la casa.

Nuestra visita a este interesante Geoparque nos dejó muy impresionados. Las evidencias de la actividad reciente del volcán Llaima nos recordaron que en esta bella región de Chile hay varios volcanes de gran capacidad destructiva. Este es considerado uno de los más activos del mundo.

La despedida de nuestros anfitriones fue muy calurosa. Nos despidieron con una gran bolsa de cerezas que el dueño en persona nos bajó del árbol. Hemos estado dos noches y el sitio ha sido para nosotros uno de los más acogedores del nuestro viaje.

Ahora nos dirigimos más hacia el sur para visitar los Parque nacionales de Huerquehue y Villarrica cerca del pueblo de Pucón, uno de los centros turísticos más famosos de Chile.






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