Sábado 5 de septiembre de 2015
El viaje de Riobamba a Cuenca pasa por paisajes muy variados de la Sierra Central de Ecuador. La carretera sube a más de 3000 m.s.n.m. en la región de Colta, un altiplano húmedo habitado por comunidades indígenas que viven del cultivo de quinua y otras plantas autóctonas tradicionales. Las antiguas chozas de barro con techo de paja han sido reemplazadas por casas de cemento, lo que a los ojos del visitante le quita algo del romanticismo al que estábamos acostumbrados hace unas décadas.
Sin embargo, las costumbres y actividades siguen siendo las mismas. En el recorrido se ve a la gente ocupada en las labores del campo, cosechando los granos, las mujeres cargan enormes fardos de hierbas o se ve a algunas personas arando con bueyes.
Pasando por la entrada al Parque Nacional Sangay, descendimos hasta Alausi, un pueblo colgado en un profundo cañón a donde llega el tren de Riobamba. Después de almorzar en un delicioso ...corrientazo al lado de la estación del tren, seguimos hacia Cuenca. La carretera sube y baja lomas entre 3000 y 3500 m.s.n.m.
A partir del pueblo de El Tambo, lugar que antiguamente servía de etapa a los chaskis o mensajeros incas, el paisaje de la sierra comenzó a perder bastante de su encanto natural debido a la proliferación de enormes casas en construcción. Este sector que incluye los pueblos de Cañar y Azogues, sufren hoy en día de un crecimiento desbordado, aparentemente como consecuencia de inversiones que hacen miembros de las comunidades que emigraron por miles a Estados Unidos y a Europa. Las remesas se utilizan para invertir en esta actividad, pero realmente se construyen enormes esperpentos estilo "Miami" totalmente inadecuados al clima frío y ventoso de los 3000 metros de altura.
Al atardecer llegamos a Cuenca y nos alojamos en un hostal en el centro de la ciudad. Esta ciudad es un verdadera joya arquitectónica y cultural con sus 52 iglesias, incluida la catedral nueva, y varios museos sobre la historia de la región. En la región se encuentran canteras de mármol que han sido utilizados para la construcción de casas e iglesias.
Su situación geográfica es excepcional en un extenso valle a 2550 m.s.n.m. en el que corren cuatro caudalosos ríos de aguas transparentes, provenientes de los páramos de la cordillera occidental que separan la sierra de la costa Pacífica. La gente de Cuenca es muy amable, siempre dispuestos a atender a propios y visitantes. Solamente es difícil encontrar desayuno en las cafeterías antes de las 8:30 a.m.
Esta fue la segunda capital inca de Tomebamba (valle del cuchillo) en el reinado de Huascar, rey inca que nació aquí. A pocos kilómetros del centro existe el pueblo de Baños con fuentes termales que salen de una falla geológica a una temperatura de 75oC. La salinidad es alta, compuesta por cloruro de sodio y bicarbonato de calcio y el pH es alcalino. A lo largo de la falla, sobre unos 400 metros de largo, se ha formado un depósito que hoy alcanza 10 metros de altura, por la precipitación química de carbonatos. Se puede suponer que este lugar extraordinario llamado Loma del Hervidero, utilizado por los incas en sus baños, y los ríos rectilíneos que corren a lo largo del valle, pueden ser el origen etimológico del nombre Tomebamba. Tome es el cuchillo ceremonial con el que se hacían cortes profundos en sacrificios rituales...
La ciudad fue destruida por Atahualpa, quien se vengó del belicoso pueblo cañari, conquistado por los incas después de cruentas guerras, masacrando a miles de personas. Los cañaris apoyaban a su medio hermano Huascar, justo antes de la llegada de Pizarro. Hoy en día quedan algunas ruinas de lo que fue la gran ciudad en el sitio Pumapungo, sobre el barranco del río Tomebamba y un interesante museo arqueológico del Banco Central de Ecuador. Tanto Cañaris como Incas y posteriormente españoles, encontraron en este lugar un sitio ideal para vivir.
Entre otras curiosidades, el museo etnográfico adjunto, expone algunas cabezas reducidas de la tribu de los Shuar que se conocen como tzantzas. A pesar de su antiguo significado ritual, hoy en día ya no se practica, solamente se permite la modalidad de tzanzas de mono.
En la plaza de mercado se pueden apreciar algunas de las prácticas de sanación que practican expertas mujeres indígenas en adultos y niños, con diagnóstico logrado por el frote de un huevo de gallina en todo el cuerpo que al ser abierto revela las enfermedades que sufre el paciente. Pases mágicos con hierbas medicinales y una grasa negra en el ombligo, se completan con la aspersión de un brebaje de hierbas que es soplado por la curandera con la boca sobre la humanidad del enfermo.
El Parque Nacional Cajas cubre una 28.000 hectáreas del páramo en lo alto de la vía que conduce a Guayaquil. Tiene más de 250 lagunas y alimenta los ríos de Cuenca con 6 millones de metros cúbicos de agua al año. Es un páramo húmedo, aunque menos que el nuestro de Chingaza, y la vegetación es menos variada. Lo que llama la atención es la presencia de 5 especies de "palo colorado" en relictos de bosque que se conservan al pie de las peñas, sin embargo no existen los frailejones. Atraviesa el parque un camino inca que comunicaba la costa con la sierra.
Estuvimos dos días recorriendo caminos en el parque. El primero a una altura alrededor de 4000 m.s.n.m., intensamente frío y muy difícil para caminar por lo resbaloso del terreno. Las nubes y la neblina amenazan permanentemente, lo que hace muy fácil perderse. La guía del recorrido fue una foto tomada en el refugio de Parques pues no tenían disponibles mapas. El gobierno a prohibido el cobro de entrada a los parques nacionales para promover las visitas, lo cual tiene sus ventajas pero también sus inconvenientes. Hicimos el camino a las lagunas de Bulines y Cucheros en un recorrido de 5 horas. Vimos huellas del lobo andino, que a juzgar por las heces tiene el tamaño de un perro mediano. También observamos la gaviota de páramo, blanca con cabeza negra y varias especies de patos.
La estadía en Cuenca termina con un recorrido de tradiciones artesanales en los pueblos de Gualaceo, Chordeleg y Sigsig. Los tejidos de "ikad", técnica precolombina que utiliza nudos de fique para teñir partes de la fibra, hasta lograr diseños muy complejos. Otro pueblo es especializado en joyas en filigrana de oro y plata.
La Asociación de mujeres teledoras de sombreros de paja toquilla, nos permitieron reconocer otros aspectos culturales de la región.
Mañana salimos hacia Loja y esperamos entrar a Perú en dos días.
Hasta entonces.
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