jueves, 1 de octubre de 2015

EL TRATAMIENTO MÉDICO EN CUZCO

EL TRATAMIENTO MÉDICO EN CUZCO. Martes 29 de septiembre de 2015

Durante los dos días de viaje por la sierra Central, la salud de Sergio se fue empeorando de manera preocupante. El dolor de cuello se irradió a la cabeza y parecía que dolía hasta el pelo; la pierna izquierda empezó a doler hasta el punto de impedir el movimiento y la fiebre subió casi hasta 39oC.

Los hermosos paisajes de la puna y del cañón del río Apurimac, la subida al altiplano con la vista de los nevados y la llegada a Cuzco desfilaron frente a nosotros con menos emoción que en los días anteriores. 





Llegamos a la entrada de la ciudad a las 6:00 p.m. después de ocho horas de viaje. El copiloto pudo leer los mapas y orientar la ruta hacia el centro de la ciudad para buscar hotel. La entrada como en todas las ciudades peruanas es caótica, entre taxis, buses, camiones y pocos carros particulares. Encontramos por suerte un hostal muy acogedor en el centro histórico, comimos y nos acostamos extenuados del viaje y los males de salud.

El día siguiente recibimos la visita domiciliaria de la médica contactada por Assist Card quien diagnosticó una posible meningitis bacteriana!!, cuyo tratamiento requería al especialista en neurología en una clínica de alta complejidad. Como venía en ambulancia hicimos inmediatamente el traslado: los trámites internos y las autorizaciones del seguro duraron todo el día, aunque ya estaban suministrando el suero intravenoso e iniciaron los exámenes de sangre y una tomografía del cerebro.

A las seis de la tarde asignaron una habitación en el séptimo piso de la Clínica, un cuarto inmenso, algo frío y desapacible, pero con todo lo necesario. Pronto apareció el neurólogo con los resultados de los exámenes, quien al examinarme confirmó que tenía una inflamación del sistema neurológico que comprometía las meninges y afectaba el nervio ciático. A estas alturas efectivamente no podía mover la cabeza ni caminar. Me prepararon para hacer una punción en la médula y me tomaron una muestra, un procedimiento algo doloroso que tocó aguantar. Isolde se fue bastante preocupada al hotel, el cuarto que nos dieron no era para quedarse.

El tratamiento de choque por vía intravenosa con antibióticos y analgésicos inició de inmediato y a la mañana siguiente desperté con poco dolor de cabeza y empecé a caminar mejor. Los resultados del análisis no mostraron claramente la infección, por lo que el médico ordenó una Resonancia Magnética Nuclear que mostró una leve inflamación de las meninges. Como antes de todo esto había tenido una diarrea que no se curaba, por receta de “botica” Sergio tomó antibiótico que normalizó el asunto. El médico piensa que este tratamiento ayudó a controlar la infección y evitó que se expandiera al cerebro. Probablemente la causa de todo esto fue una comida o bebida contaminada provocando una infección. El médico asegura que el tratamiento es curativo pero debe seguirse durante otros cinco días adicionales con toma de medicamentos para evitar una recaída.


En definitiva, Isolde durmió dos días solita en el hostal y Sergio en su habitación fría de la clínica, pero desde anoche nos tenían la agradable sorpresa de cambio a una habitación en el piso de los “gringos”; con cama adicional; sala, TV, adornada, calurosa y con vista al occidente. Recordemos que Cuzco está a 3400 msnm. 



Nos explicaron que este piso está previsto para los pacientes que llegan con seguros internacionales y los tienen que atender a un nivel muy alto. Es una clínica privada y aparentemente se financia bastante con estas entradas, ya que muchos turistas que vuelan o viajan a Cuzco sufren problemas de altura o afecciones gastrointestinales, y caen como moscas. Cuando nosotros llegamos estaban todas ocupadas y por eso me internaron en una habitación normal prevista para pacientes con seguros locales. De todas maneras la discriminación entre nacionales y extranjeros nos chocó bastante, esperamos que la atención médica que nos parece excelente, sea para todos de la misma calidad.

En fin, como el tratamiento dura cinco días, Isolde se fue al hotel a recoger las maletas y el carro, y desde esta tarde estaremos cómodamente atendimos con las tres comidas diarias en este acogedor espacio hotelero-hospitalario. Mientras tanto se lee la prensa nacional, se ven los noticieros y se trata de entender mejor el ambiente y la vida política, económica, productiva, social, etc. del Perú, muy diferente y enriquecedora que los solos circuitos turísticos que jalonan el famoso “camino del gringo”.

P.S. Muchas gracias por todas las expresiones de apoyo y los consejos de salud. El caso ha sido delicado y tomaremos todas las precauciones. 


4 comentarios:

  1. Esta historia está muy buena... solo faltaba el drama y Don Sergio se lo dió, aunque con un toque de preocupación. Sigan adelante... las dificultades también hacen parte del paisaje...!!!

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